La Filosofía Fish es un método de trabajo que busca mejorar la cultura dentro de la organización, y de esta forma tener un mejor desempeño y ofrecer un mejor servicio.
Una máxima real: cuando los empleados disfrutan de un buen ambiente en el trabajo la productividad aumenta. De ahí la importancia de fomentar un entorno laboral positivo. Un entorno que contribuya al crecimiento y evite comportamientos negativos que puedan contagiar al resto de la organización.
La Filosofía Fish es una metodología que facilita el cambio de cultura organizacional y fomenta comportamientos positivos en el ambiente de trabajo
En ese sentido, es una metodología que facilita el cambio de cultura organizacional y fomenta comportamientos positivos en el ambiente de trabajo para que sea esta actitud positiva la que se extienda y se convierta en un valor añadido para la organización.
La Filosofía Fish nació el año 1997 en el Mercado de Pescado de Pike Place en Seattle. Fue el empresario John Christensen quien observó que en uno de los puestos de pescado del mercado había un ambiente especial y sus trabajadores ofrecían una atención al cliente excepcional.
En este puesto los visitantes podían disfrutar hasta de juegos malabares con los pescados y de un entorno de diversión y entusiasmo, lo que mejoraba notablemente las ventas.
Así, ese pequeño local de venta de pescado había conseguido convertir un trabajo aburrido, repetitivo y agotador en algo alegre y lleno de energía. Que, además, se traducía en resultados demostrando que trabajadores felices mejoran la rentabilidad.
La Filosofía Fish tiene como objetivo generar compromiso en las personas a partir del desarrollo de habilidades y actitudes de pensamiento positivo que ayuden a mejorar el trabajo en equipo y la relación con los clientes. Es importante aprender a disfrutar en el trabajo, para mejorar la productividad del mismo.
A través de la creación de un ambiente de trabajo amigable se busca optimizar los flujos e incrementar la calidad de los productos y servicios que ofrece la empresa, al tiempo que mejora la imagen que proyecta al exterior.
La Filosofía Fish se construye sobre cuatro pilares que se implementan en un lugar de trabajo y que ayudan a ofrecer un servicio al cliente extraordinario:
Se trata de adoptar un modo de afrontar el trabajo que beneficie al desempeño de las responsabilidades, de tal forma que se eviten distracciones y se mejore el servicio al cliente. Esto ayuda a convertir el trabajo en algo estimulante y divertido, y de esta forma aumenta el compromiso y la energía de de los empleados.
Fomentar el interés del empleado en escuchar a los otros, entender las diferentes situaciones y promover el entusiasmo y la curiosidad tanto a la actividad que se realiza en el día a día como a las personas que se atienden. De esta forma se pueden conocer mejor las necesidades de los clientes y estrechar las relaciones humanas.
Para conseguir una experiencia excepcional no hay que conformarse con ofrecer solamente un servicio de calidad, hay que hacer algo más. Buscar algo especial que nos diferencie y tenga un mayor impacto en nuestros clientes. Esta energía positiva se transmite entre el equipo y los clientes y puede ser el gran valor añadido de nuestra actividad.
Para que haya un buen clima laboral también debe haber un espacio para la creatividad, o incluso para el juego. De esta forma el trabajo se vuelve más dinámico y se mejora el desempeño en todas las actividades que se realizan.
En definitiva, la Filosofía Fish ayuda a desarrollar el verdadero potencial de los trabajadores y a generar un entorno de trabajo positivo y amigable que mejore la productividad y la atención a los clientes. De esta forma se crea una cultura empresarial totalmente orientada al compromiso y al servicio al cliente, promoviendo que las personas disfruten de su trabajo.