No es ninguna novedad que los influencers y la decisión de compra van unidos. Estas personas son aquellos usuarios con una credibilidad y reputación importantes en un sector concreto, tengan o no una gran cantidad de seguidores.
En la actualidad, se ha cambiado la forma en la que se adquieren los productos y, además, se encuentra en una evolución constante. Las redes sociales y los novedosos canales de venta digitales provocan que las experiencias de compra se vean enriquecidas cuando aparecen consumidores que tienen una capacidad de influir notablemente en las decisiones de compra.
Tener habilidad para vender y comunicar es uno de los requisitos imprescindibles en esta era digital. No obstante, la capacidad de algunas personas o figuras públicas para influir en un segmento de la población depende de una estrategia muy depurada que les permite conectar con la audiencia.
Esta conexión entre el público y los influencers favorece el posicionamiento de algunas marcas. De hecho, según una encuesta relacionada en el Global Consumer Survey de Statista, el 28% de los encuestados afirma haber adquirido un producto electrónico porque lo ha anunciado una persona popular.
Hay algunos sectores en los que el papel del influencer es más notable:
También hay que destacar que un 37% afirman no haber comprado debido a una recomendación.
Los influenciadores son, quizás, el mejor atajo para alcanzar a los clientes. De hecho, un estudio realizado por la Asociación Federal de Economía Digital en Alemania afirma que una de cada cinco personas ha adquirido productos tras verlos promocionados por un influencer. El 50% de los adultos jóvenes reconoce que los influenciadores son su mejor guía de compra. Es más, el 56% de los jóvenes con edades entre 16 y 24 años dicen que la publicidad no es un incordio si así se presenta.
El 19% de los consumidores afirma que los influenciadores son o han sido su puerta de entrada a determinados productos. Este porcentaje aumenta hasta un 22% en el caso de las mujeres, y desciende hasta un 17% en el caso de los hombres.
Los influenciadores tienen una gran capacidad de seducción entre los jóvenes de 16 y 24 años (el 43% compra los productos que promueven). Pero tan solo un 5% de los consumidores de entre 55 y 64 años confían en los productos que recomiendan.
Es una de las grandes firmas que han confiado en la pequeña de las Kardashian, Kylie Jenner. Gracias a ella, la marca volvió a posicionarse entre los millennial, los clientes objetivo más importantes en la actualidad.
También ha confiado en este clan familiar, y la segunda más joven de las hermanas, Kendall Jenner, desarrolló una colección exclusiva.
La firma de gafas de sol española más popular, ha apostado por Leo Messi o Paula Echevarría para sus campañas.
En España, nueve de cada diez consumidores compra un producto siguiendo las recomendaciones de algún influenciador. Tal y como ya se ha visto, los sectores en los que su capacidad de actuación es más notable son la tecnología y la moda. Curiosamente, estos dos sectores tienen grandes cifras de venta desde los canales móviles.
Cuando se lanza una campaña que va a tener un gran impacto en el mundo digital, es esencial medir sus resultados. ¿Cómo y por qué hacerlo? Sencillo: sin la medición no se puede conocer la eficacia de una campaña. Es necesario analizar el efecto de las estrategias para poder tomar decisiones adecuadas en las futuras campañas. Algunos de los indicadores clave son:
Captar usuarios que encajan con el público objetivo es necesario para incrementar las ventas. Por ello, ofrecer una serie de códigos concretos o cupones personalizados para cada tipo de estrategia hará que la empresa conozca el resultado de una campaña y el origen de sus ventas.
Hace referencia al número de veces que una historia o un post han sido visualizados por un usuario. Es importante sumar las visualizaciones únicas.
Esto ayuda a medir las interacciones que se consiguen con una campaña. Hay que prestar atención a los compartidos, menciones de marca, likes y comentarios.
Calcular el engagement supone conocer el cociente entre el alcance y las interacciones reales.
Con este valor se puede conocer el crecimiento de la comunidad durante una campaña.
En definitiva, la presencia de los influencers para una marca puede ser muy positiva y la mejor manera de comprobarlo es realizando las médicas adecuadas en una campaña.