¿Cómo estar preparados para retos empresariales como la digitalización, adaptación a los nuevos modelos de negocio o el envejecimiento de la plantilla? No te pierdas esta cita con los mejores expertos para preparar a tu organización antes los desafíos que implica la gestión estratégica de plantillas para la próxima década.
El principal reto de las organizaciones reside en las personas. En un entorno de continuo cambio sólo podrán adaptarse aquellas empresas que cuenten con plantillas ágiles y organizadas de manera flexible.
Aspectos como la transformación digital o el envejecimiento de la plantilla requieren nuevas competencias del talento y plantillas de gran diversidad. Todos estos son retos para los que tenemos que estar preparados.
¿Cómo gestionar la plantilla de nuestra organización de forma correcta? ¿De qué forma podemos optimizar los recursos humanos durante una desaceleración económica que ya estamos viviendo y qué acciones debemos tomar de cara a una hipotética recesión? El ‘frenazo’ de la economía a nivel nacional e internacional, así como la caída de la demanda interna y la productividad, auguran un contexto complicado para las empresas españolas.
Complicado pero no imposible. El diálogo social debe ser el mecanismo que fomente la estructuración de la gestión estratégica de las plantillas en las empresas a través de acuerdos entre los principales actores. El consenso alcanzado a la hora de fijar el Salario Mínimo Interprofesional debe ser un espejo en el que mirarse de cara a una hipotética reforma laboral.
La clave de toda competitividad radica en aprovechar el talento y la capacidad innovadora de cada empleado para poder potenciar la productividad. Por eso, la planificación interna de los recursos humanos es uno de los pilares fundamentales en los que se basa el éxito de casi toda empresa.
La gestión estratégica de la plantilla permitirá detectar las necesidades funcionales de nuestra organización, los sistemas para cubrirlas y la adecuación de las personas a través de una formación y promoción planificadas teniendo en cuenta sus competencias actuales y potenciales. En una sociedad en la que se tiende cada vez más hacia la especialización de los puestos de trabajo, apostar por perfiles mixtos que permitan la reasignación en función de las necesidades coyunturales, así como conjugar de forma correcta las diferentes modalidades de contratación, puede ser una solución.
En cualquier caso, la gestión de los recursos humanos debe promover una estabilidad estructural pensando en el largo plazo y también establecer un vínculo explícito con los objetivos estratégicos generales de la organización y el entorno organizativo.
En el contexto actual es necesario planificar nuestras necesidades de plantilla a corto y a medio plazo, dotarlas de la flexibilidad necesaria para que se adapte a las demandas de un mercado competitivo y en continuo cambio.
El principal activo de la empresa son las personas. En un entorno de continuo cambio sólo podrán adaptarse aquellas empresas que cuenten con plantillas ágiles y organizadas de manera flexible.
Aspectos como la digitalización, innovación, envejecimiento de la plantilla, nuevas competencias que requerimos de nuestros empleados, engagement en plantillas con gran diversidad… Todos ellos son retos para los que tenemos que estar preparados.