El trabajador (siempre) en el centro
Desde la alta dirección hay una visión de las personas muy reforzada. No es una novedad que las personas sean lo más importante, pero después de los acontecimientos más recientes que nos han puesto a prueba y han supuesto un desafío muy importante, se ha detectado que, por mucha tecnología y procesos, y por mucha inversión que hagamos, sin las personas no somos nada.