Cada vez más se hacen imprescindibles expertos en análisis de datos, inteligencia artificial, big data o machine learning. Sin embargo, no debemos olvidar que los perfiles tecnológicos han de abrazar las denominadas soft skills, entre las que destacan la capacidad para trabajar en equipo, la inteligencia emocional, la creatividad e innovación.
La necesidad de las empresas de innovar a un ritmo acelerado implica que los procesos de selección de talento o formación deben ajustarse para que sea posible contar con profesionales cualificados, capaces de enfrentar los retos que impone la tecnología, y también aquellos derivados de escenarios de gran incertidumbre y complejidad.
En esta jornada reflexionaremos sobre cómo las empresas se están adaptando a las nuevas necesidades en este sentido.