En un contexto de falta de referencias y de liderazgos, la empresa -a ojos de la sociedad- se postula más que nunca como garante de certidumbres y estabilidad ante el futuro. Por ello, las empresas responsables con su entorno, y que buscan generar reconocimiento y compromiso con sus stakeholders, están desarrollando “un propósito” que va más allá de la creación de valor para sus accionistas.