El mantra de la ‘nueva normalidad’ nos recuerda constantemente que ‘la vieja’ no va a volver, que no somos los mismos, que ya estamos transformados.
El porcentaje de teletrabajadores ha pasado de 7,5% a 48,8% en pocos meses y la inversión en oficinas se ha reducido un 45% en el tercer trimestre de 2020.
Tras el shock, las empresas están haciendo un esfuerzo enorme por apostar por el teletrabajo. Lo que no saben es que están cometiendo un error: deberían apostar por la VIDA FLEXIBLE.