2020, el año que se ha ganado a pulso el calificativo del ‘para olvidar’, trae consigo una inevitable y esperada recesión económica, pero también un gran reto para sociedad y empresas: convertir tanto sus entornos de trabajo o venta como sus entornos personales en espacios seguros para el hoy.
Espacios que tendrán que continuar siendo seguros para un mañana que, a todas luces, se avecina distinto a la vida antes e la pandemia.