Las Smart Cities del futuro no solo se caracterizarán por la creación de espacios urbanos adaptados a las personas, con extensas zonas verdes, aire limpio y entornos de alto bienestar para sus ciudadanos. Detrás de todo eso existirá un complejo despliegue tecnológico que dará soporte a muchas soluciones inteligentes en el campo de la ingeniería, la construcción, la energía o la movilidad.
La pequeña ciudad-Estado del Sudeste Asiático, con casi 6 millones de habitantes, es en estos momentos el modelo en el que inspirarse, ha puesto en marcha en los últimos años una gran batería de iniciativas que van desde sistemas avanzados para la gestión del tráfico, programas de telemedicina para la tercera edad o el uso de robots, materiales reciclados y tecnología de impresión 3D en la construcción.
Según la ONU, la población mundial que vive en las ciudades pasará del 55% actual a cerca del 70%. Cifras que demandan repensar el concepto urbano para hacerlas más habitables y sostenibles y donde la colaboración público-privada se antoja más que relevante.