La mayor crisis que el mundo ha conocido en décadas ha provocado cambios estructurales en las relaciones laborales que, de otra forma, habrían tardado mucho tiempo en materializarse. El nuevo entorno propicia nuevas rutinas de trabajo -como el teletrabajo- un modelo que no acababa de despegar y que ahora configura la tónica general en el tejido empresarial, lo que ha llevado al Ejecutivo a diseñar una normativa que lo regule.
Con la entrada en vigor de las nuevas medidas, las empresas deben conocer la aplicación del registro horario y de la jornada a la carta, dentro del marco regulatorio que pretende luchar contra la precariedad laboral y garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres.
Según lo recogido en la nueva legislación, los trabajadores tienen derecho a solicitar adaptaciones de la duración y distribución de la jornada, en la ordenación del tiempo de trabajo y en la forma de prestación, incluido el teletrabajo, para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral. ¿Y cómo se aplica esto en las empresas? Nuestros expertos tratarán de arrojar luz.