La nueva era digital se está viendo afectada por riesgos cada vez más significativos y complejos, que exigen un control por parte de las empresas y sus directivos cada vez más exhaustivo.
El fenómeno de la digitalización es, además de global, imparable. Se expande a todos los ámbitos, generando nuevas formas de trabajar y de relacionarse con un fuerte impacto económico y social.
La nueva era digital se está viendo afectada por riesgos cada vez más significativos y complejos, que exigen un control por parte de las empresas y sus directivos cada vez más exhaustivo.
El fenómeno de la digitalización es, además de global, imparable. Se expande a todos los ámbitos, generando nuevas formas de trabajar y de relacionarse con un fuerte impacto económico y social.
Cada vez hay más evidencias de que vivimos en una sociedad digital, en la que las nuevas tecnologías han venido para quedarse: procesar; gestionar; captar o almacenar información y mejorar los canales de comunicación, son solo algunos de los innumerables beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías al servicio de las organizaciones.
El fenómeno de la digitalización es, además de global, imparable. Se expande a todos los ámbitos, generando nuevas formas de trabajar y de relacionarse con un fuerte impacto económico y social.
Esta nueva era digital está condicionada y se está viendo afectada por riesgos intrínsecos cada vez más significativos y complejos, que exigen un control por parte de las empresas y sus directivos cada vez más exhaustivo.