Aunque los datos económicos durante 2023 han sido mejores de lo esperado, con moderación de la inflación, y unas cifras de empleo, marcadas por la resiliencia que ha mostrado el mercado laboral , no podemos obviar que los riesgos económicos han quedado en un segundo plano frente a los geopolíticos: nos encontramos ante una evolución económica dispar por regiones, atribuible a la creciente diversidad de políticas gubernamentales, algo que irá a más en 2024.
Tendencias como la desglobalización o la debilidad económica de una China acosada por los problemas que demuestra tener en el sector inmobiliario, son algunos de los motivos que explican un menor ritmo de crecimiento a nivel global. De igual modo, debemos tener muy presentes las tensiones sobre Taiwán y los desafíos tecnológicos.