Ponencia de Carolina Ciprés, Directora de Investigación de ZARAGOZA LOGISTIC CENTER
Las ventajas de poner en marcha planes de internacionalización suponen un importante impulso para las compañías desde el punto de vista del aprovechamiento de nuevas oportunidades y la diversificación geográfica de los ingresos, resultando del proceso una aminoración de los riesgos asociados a la dependencia de un único mercado y un importante bagaje de conocimiento con el que mejorar sus capacidades competitivas.
A la hora de apostar por la internacionalización, las organizaciones disponen de tres modelos cuya aplicación depende de las características y necesidades de cada una. Estas tres vías son la exportación, la implantación directa en el país de destino y, por último, la posibilidad de franquiciar a empresas locales. todas ellas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y exigen un análisis previo que ayude a determinar cuál de las tres soluciones es la más óptima.
Las ventajas de poner en marcha planes de internacionalización suponen un importante impulso para las compañías desde el punto de vista del aprovechamiento de nuevas oportunidades y la diversificación geográfica de los ingresos, resultando del proceso una aminoración de los riesgos asociados a la dependencia de un único mercado y un importante bagaje de conocimiento con el que mejorar sus capacidades competitivas.
Tres vías: son la exportación, la implantación directa en el país de destino y, por último, la posibilidad de franquiciar a empresas locales. Todas ellas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y exigen un análisis previo que ayude a determinar cuál de las tres soluciones es la más óptima.
Cada país, en función de su área geográfica y su cultura, puede tener entornos legales distintos al español, con marcos fiscales, laborales y mercantiles que en muchos casos distan enormemente de los usos habituales en Europa. Por esta razón, conocer en profundidad el destino objetivo para la expansión internacional es clave para poder afrontar este proceso con éxito.
Las ventajas de poner en marcha planes de internacionalización suponen un importante impulso para las compañías desde el punto de vista del aprovechamiento de nuevas oportunidades y la diversificación geográfica de los ingresos, resultando del proceso una aminoración de los riesgos asociados a la dependencia de un único mercado y un importante bagaje de conocimiento con el que mejorar sus capacidades competitivas.
A la hora de apostar por la internacionalización, las organizaciones disponen de tres modelos cuya aplicación depende de las características y necesidades de cada una. Estas tres vías son la exportación, la implantación directa en el país de destino y, por último, la posibilidad de franquiciar a empresas locales. todas ellas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y exigen un análisis previo que ayude a determinar cuál de las tres soluciones es la más óptima.