Dada la importancia del tema, y gracias a la colaboración de DeciData, celebramos una tertulia cuyo objetivo es reflexionar sobre la Inteligencia Artificial desde el punto de vista del negocio y entender que la IA ha dejado de ser un reto tecnológico, para convertirse en un desafío de gestión.
En la crisis actual, la Inteligencia Artificial (IA) es una de las pocas áreas donde no se está recortando el presupuesto. Primero, porque la IA permite el uso eficiente de los recursos a través de la mejora de los procesos. Optimizar las operaciones y la cadena de suministro, eliminando las redundancias, es clave para reducir los costes de manera estratégica. Además, la IA facilita tomar decisiones más rápidas. Ante la incertidumbre, responder de manera ágil y precisa se vuelve fundamental.
Por otra parte, la IA puede generar una barrera de largo plazo frente a los competidores. Si ayuda a atender mejor a los clientes, estos clientes volverán, generando en cada interacción más datos. Datos que los algoritmos de IA pueden utilizar para seguir mejorando el servicio y diseñar mejores productos, lo que atraerá a nuevos clientes que generan nuevos datos. Un ciclo virtuoso que permite construir una barrera frente a otras empresas. No realizar esta labor ahora generará una brecha difícil de cerrar más adelante.