Si te has planteado alguna vez cómo afectan los pensamientos y las emociones a nuestra salud, hasta qué punto nuestro ADN es determinante, cómo influyen en nuestra salud factores externos como la alimentación y el estrés... ¡Esta jornada te interesa!
Podemos definir como organización saludable aquella que establece procesos de trabajo que promueven y mantienen un estado de completo bienestar físico, mental y social de sus trabajadores y, a su vez, tiene una alta eficacia y rendimiento laboral.
Las organizaciones saludables no sólo sobreviven a las crisis, o logran adaptarse a ellas, sino que salen más fortalecidas, convirtiéndose en organizaciones resilientes.
¿Cuáles son sus características?: llevan a cabo esfuerzos sistemáticos, planificados y de carácter proactivo para mejorar la salud de los empleados, con el diseño y rediseño de los puestos, con la creación de canales de comunicación abierta o con estrategias de conciliación entre trabajo y vida personal, por ejemplo.
Tres son los aspectos cruciales: poner en marcha prácticas saludables para estructurar y gestionar los procesos de trabajo influye en el desarrollo de empleados saludables y en resultados organizacionales saludables.