Gracias por tu participación
Comparte el manifiesto y contribuye a impulsar la innovación entre empresas, organizaciones y directivos.
El camino que una empresa debe recorrer para ser considerada ágil se limita a cinco dimensiones fundamentales, estrategia, estructura, procesos, personas y tecnología, dentro de las cuales se aplicarán aquellas mejoras que doten a la organización de una flexibilidad y capacidad de adaptación por encima de los parámetros habituales.
Para poder vehicular con éxito toda esta transformación es imprescindible el compromiso y la voluntad de cambio de la alta dirección, además de un liderazgo inspirador que ayude a vislumbrar el camino y contar con el mejor talento. Ingredientes de los que no debe prescindirse si cada compañía quiere alcanzar su propia versión de empresa ágil.