Europa ante la encrucijada
Las proyecciones apuntan a que el crecimiento mundial podría moderarse hasta el 2,4 % en 2026, como consecuencia del aumento de tensiones geopolíticas y de la expansión de nuevas barreras comerciales. Las políticas arancelarias y los conflictos entre bloques económicos se perfilan como uno de los principales factores de riesgo global.
En este escenario, las grandes potencias intensifican el uso de tarifas “recíprocas” y sanciones sectoriales, mientras que Estados Unidos aplica aranceles mínimos del 10 % a la mayoría de importaciones. Por su parte, Europa impulsa nuevos gravámenes basados en la huella de carbono, redefiniendo las reglas del comercio internacional. Esta dinámica apunta hacia un mercado global más caro, más fragmentado.