Contexto económico:
• Destaca la importancia de diversificar más allá de los activos tradicionales y reducir la dependencia de Estados Unidos, explorando nuevas monedas y oportunidades fuera de los mercados dominantes.
• En el ámbito macroeconómico, la persistente fortaleza de la inteligencia artificial seguirá marcando el rumbo de los mercados de renta variable en 2026, impulsando sectores tecnológicos y generando oportunidades de inversión. Paralelamente, la depreciación del dólar refuerza el atractivo de los activos en otras divisas —como el euro o el yen— y fortalece la tesis de explorar mercados emergentes y asiáticos con mayor convicción.
• En renta fija, la búsqueda de calidad y la selección en mercados emergentes se posicionan como estrategias clave para navegar un entorno donde la inflación persistente podría limitar los movimientos de los tipos de interés. Además, se subraya el potencial de los bonos asiáticos en moneda local y de los segmentos high yield, considerados más equilibrados y atractivos frente a la volatilidad global.