Los datos son el nuevo petróleo del siglo XXI y la base de la inteligencia empresarial. Gracias a los ecosistemas digitales normalizados en los últimos años, el acceso a todo tipo de información se ha multiplicado de manera exponencial. Tanto que su contribución a la estrategia de las organizaciones se ha vuelto de un valor incalculable.
Crear una arquitectura de datos que respete la privacidad y permita su uso de una manera eficaz y eficiente es sin duda una tarea compleja de gran trascendencia para la empresa. Labor que debe asumir el Chief Data Officer (CDO), figura de responsabilidad que ha ido consolidándose en el panorama directivo de las grandes compañías con el mandato de gestionar, proteger, analizar y representar los datos para que sean de utilidad en la toma de decisiones.