Hitos como el covid-19 o el Brexit han traído consigo grandes crisis a todos los niveles, desde el económico al social, ya que la baja probabilidad de que estos hechos tuvieran lugar cogió al mundo por sorpresa y sin preparación para lo que parecería una distopía.
El elevado foco en la reducción de costes ha llevado a una importante deslocalización geográfica que, unida a cambios radicales en los comportamientos de la demanda, han puesto a las compañías contra las cuerdas, requiriéndose gran flexibilidad en su producción, distribución o servicio.
En este contexto de Economía de Guerra, las empresas luchan por sobrevivir a esta incertidumbre y limitación de recursos, intentando reducir sus costes y manteniendo su rentabilidad. No obstante, será importante prepararse para el futuro.
¿Cómo afrontar la crisis en la cadena de suministro desde una perspectiva de mejora continua? ¿Cuáles son las claves para la sostenibilidad y rentabilidad en esta economía de guerra?