El complejo contexto actual ha demostrado el valor de la innovación como herramienta estratégica para garantizar la competitividad y la sostenibilidad de cualquier organización.
Una aportación que abre la puerta a un nuevo modelo productivo basado en la aplicación del conocimiento para resolver los retos presentes y futuros.
El COVID-19 está acelerando la transición hacia esa economía del conocimiento. Resulta evidente que la innovación será el eje principal en la obligada reconstrucción de muchos sectores productivos, por lo que las organizaciones se encuentran ante una ocasión magnifica para aprovechar las múltiples oportunidades de negocio que surgirán a corto y medio plazo.
El conocimiento y la innovación son las mejores armas frente a futuros shocks globales, así como la fórmula más indicada para alcanzar un equilibrio entre el bienestar, la prosperidad económica y la sostenibilidad.