Liderar y trabajar en equipo requiere de una visión sistémica, perspectiva que considera al equipo como un “todo” en lugar de partes aisladas. Es lo que se conoce como Liderazgo Sistémico, aquel en el que el líder es capaz de entender que toda la organización forma parte de un sistema, compuesto por múltiples subsistemas. Saber cómo organizarse y relacionarse con superiores, pares y colaboradores es fundamental para conseguir mejores resultados.
La mirada sistémica aporta también herramientas para entender mejor a las personas y liderar equipos más eficientes y felices. Alinear propósitos, trascender conflictos y reconocer el potencial de las personas son claves para lograr la consecución de objetivos comunes y contribuir al crecimiento y bienestar de los equipos y, en definitiva, de toda la organización.
– Adquirir una visión 360º para liderar desde cualquier posición de una organización.
– Aprender técnicas de gestión de equipos.
– Liderar el cambio en un entorno incierto y no-lineal.