La publicación a mediados del mes de octubre de los Reales Decretos 901/2020 y 902/2020, devuelve la atención de las empresas sobre sus obligaciones en materia de igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito de las relaciones laborales.
El principal instrumento para este objetivo sigue siendo el Plan de Igualdad, cuyo diagnóstico, negociación y registro se consolidan a través de este desarrollo reglamentario que precisa distintos aspectos técnicos e introduce importantes novedades como la obligación de someterse a una auditoría salarial o la posibilidad de negociar planes de grupo.
En materia salarial, se concreta la obligación de las empresas de elaborar un registro de los salarios, incluidos los del personal directivo, y compartirlo con los representantes de los trabajadores para facilitar el seguimiento de la situación retributiva.