De la mano de la recuperación económica el número de oportunidades de negocio para las empresas crece de manera exponencial. La falta de financiación y los problemas para acceder a nuevos recursos sigue siendo, sin embargo, el principal escollo que deben superar todas aquellas organizaciones que quieran avanzar en sus planes de expansión a través de nuevos proyectos.
Un problema que afecta especialmente a pymes y empresas familiares, con necesidades y realidades intrínsecas muy alejadas del día a día de las grandes organizaciones.
Compañías que, en conjunto, representan el 85% de todo el tejido empresarial del país y suponen alrededor de un 70% del PIB, dando empleo además a casi 14 millones de personas y siendo de facto el auténtico motor de crecimiento de la economía española.
Para paliar la falta de recursos de estas compañías existe un amplio abanico de posibilidades de financiación que pueden ayudar a las empresas a poner en marcha iniciativas relacionadas con la internacionalización, la digitalización o la diversificación de negocio.
En este sentido, conocer las alternativas a su alcance puede suponer una diferencia estratégica frente a los competidores, ayudándolas a reforzar su posición dentro de los mercados en los que operan.