El mundo académico actualmente es uno de los principales generadores de conocimiento tecnológico. Una evidencia que cada vez más tiene importantes aplicaciones para las compañías, inmersas en ambiciosos procesos de transformación digital, y por lo tanto grandes demandantes de tecnología en todos los sectores. En este contexto, resulta estratégico que universidades y empresas avancen en la creación de marcos estables para la transferencia de conocimiento.
Frente a este reto en los últimos años han ido ganando protagonismo los conocidos como Transference Brokers, cuya función principal es la de actuar como agentes facilitadores en el trasvase de tecnología entre la Universidad y el tejido empresarial, identificando oportunidades de financiación de actividades destinadas a I+D+I. Para ello evalúan aspectos como el potencial comercial de las nuevas tecnologías, el desarrollo de investigaciones tecnológicas incrementales y la difusión de información científico-técnica.
En la actualidad ya existen varios ejemplos de éxito en la transferencia de conocimiento a partir del diseño de modelos estratégicos y operacionales para la integración de estas nuevas tecnologías en las compañías, su implementación en distintos sectores y la generación de sinergias a largo plazo entre las instituciones investigadoras y las empresas. En el ámbito de la Unión Europea, dado el buen funcionamiento de estas iniciativas, se han destinado hasta la fecha más de 1,5 millones de euros de presupuesto para el desarrollo de modelos de colaboración basados en redes de Transference Brokers.