La aprobación de la nueva Ley 11/2018 sobre información no financiera y diversidad, ha acelerado el debate sobre el papel de las empresas en la sociedad y ha aumentado las obligaciones en materia de reporte empresarial.
Dicen los expertos que la nueva Ley busca empresas mejor gestionadas y más transparentes frente a los retos que preocupan a la sociedad actual y a los inversores, y que van más allá de los estados financieros al uso. La empresa debe reflexionar sobre los impactos sociales, laborales, medioambientales y de buen gobierno, de su modelo de negocio, y desarrollar políticas que actúen en materia de igualdad, diversidad, derechos humanos, cambio climático.
Mas allá de la normativa, la reputación de las empresas se está convirtiendo en un intangible de creciente valor.
¿Cómo se están preparando las empresas ante este nuevo desafío?