La transformación de los espacios de trabajo se ha convertido en un importante agente de cambio dentro de las compañías. En el viraje hacia esquemas organizativos más productivos, las empresas necesitan ofrecer a sus empleados entornos altamente estimulantes que integren en origen las últimas tecnologías y herramientas para el desarrollo de sus funciones.
Como denominador común en los nuevos ecosistemas de trabajo, las personas son las grandes protagonistas del cambio. La convivencia y la colaboración entre empleados es clave para el funcionamiento de las organizaciones y representa uno de los ingredientes imprescindibles en la consolidación de nuevas culturas corporativas. Valores como la innovación y la creatividad deben transmitirse y sentirse al través de las instalaciones de la empresa.