Talent as a Tool
La formación dentro de las organizaciones ha dejado de jugar un papel secundario para situarse en la primera línea de la estrategia corporativa. La imparable digitalización empresarial, la especialización funcional adaptada y única que demandan muchos directivos a sus equipos para hacer frente al día a día y la falta de profesionales con determinados conocimientos, ha terminado por convencer a la alta dirección de la importancia de apostar por la formación estratégica entre sus empleados.
De esta forma, la elaboración un plan integral que dote de las habilidades necesarias a los trabajadores para acompañar y ayudar a la organización en su transformación, es un proceso crítico que necesita de la colaboración de todos los responsables funcionales, identificando y concretando las necesidades formativas dentro de sus departamentos y colaborando con los departamentos de RRHH para establecer estrategias de formación y calendarios que fijen las bases de desarrollo profesional interno.
Supervisados por el CEO y la alta dirección, estos planes de formación estratégica permitirán reducir la dependencia de la empresa del talento externo, mejorar el compromiso de los trabajadores, optimizar el desempeño de los equipos y reforzar la marca empleadora de la propia organización, posicionándose como un espacio de crecimiento profesional que contribuya además al bienestar y la seguridad de las personas para el futuro.