El futuro de los sistemas de pensiones, públicos y privados, se han convertido en una de las mayores preocupaciones para las administraciones públicas, empresas y ciudadanía. Diversos factores como el aumento en la esperanza de vida, las bajas tasas de fertilidad y de ocupación y el nivel de prestaciones en comparación con el de contribuciones realizadas, obligan a replantear los sistemas de pensiones que conocíamos hasta ahora.
Frente a este panorama, existen varias cuestiones que reclaman una respuesta inmediata. ¿Qué deberíamos hacer para sostener este sistema público de pensiones? ¿Deberían reducirse las prestaciones? ¿Merece la pena un pilar obligatorio empresarial, similar a otros países como Reino Unido o Australia? ¿Cómo debería de implantarse y a quienes debería afectar en España?, ¿La crisis de las pensiones es un tema exclusivo de pensiones o es un tema que debe ir más allá de las pensiones: reforma laboral, educación?
Para contrarrestar esta tendencia, más que nunca, es preciso una respuesta conjunta de todos agentes implicados en el bienestar social. Un frente común en el que la empresa debe asumir un papel protagonista facilitando herramientas que ayuden a sus trabajadores a planificar su jubilación, mejorando su productividad y dinamizando la contratación de nuevos empleados.