Pese a todo, todavía existen barreras que evitan la participación efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones que el resto de personas, sobre todo en lo relativo al empleo.
Las organizaciones, como agentes sociales, tienen la responsabilidad de interactuar continuamente con su entorno. Cada vez cobran más importancia las estrategias centradas en la innovación social. El diseño de un marco de referencia que contenga programas específicos de actuación según su tipo de incapacidad no solo impulsaría exponencialmente la inserción laboral, sino también el sentimiento de pertenencia a una comunidad, aspectos que fijan las bases del compromiso corporativo con la preservación de los derechos de este colectivo.