La movilidad urbana comienza a girar en torno a desplazamientos asociados a energías sostenibles y ciudades oxigenadas por las que circularán un número reducido de vehículos. La tendencia en los hábitos de consumo es clara, el “alquiler” de transporte alternativo, sostenible y bajo demanda es la nueva corriente impulsada por la generación millenial, promotores de la evolución acelerada de la movilidad conectada.
Este cambio cultural, que sitúa a la tecnología en el centro de las smart cities, contribuye a transformar la relación entre los principales actores de este nuevo hábitat. En Zaragoza, los principales actores del ecosistema smart ya han comenzado a colaborar entre sí para mejorar los servicios y la calidad de vida en el núcleo urbano.