Arranca 2020 con nuevos contenidos programáticos en materia de pensiones que pretenden situar a España como referente en la protección de los sistemas de previsión social en Europa.
Entre los retos que contemplan las nuevas reformas, figura el desarrollo de la previsión complementaria en las empresas y la posible implantación de un sistema de cuentas individuales de capitalización, en las que el trabajador puede acumular fondos de cara a la jubilación, despido o paro. Frente a esto, el caso de Reino Unido sirve como ejemplo paradigmático en la UE con el Automatic Enrolment, un sistema mediante el cual los empresarios inscriben a los trabajadores en un plan de previsión al que aportan las empresas, los trabajadores y también el Estado mediante deducciones fiscales. El resultado: un aumento exponencial del ahorro.
En España, los expertos ya apuntan a la previsión social empresarial como una herramienta de atracción de talento. Por el momento, la muestra de compañías implicadas en esta materia es poco representativa, no obstante, el 85,6% de organizaciones que ya han implantado este método califica la experiencia como altamente positiva.
El futuro de las pensiones se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de la sociedad española, el tejido empresarial y las administraciones públicas. Se estima que para el año 2035 habrá casi 13 millones de contribuyentes por encima de los 65 años, un escenario complejo que obliga a repensar la sostenibilidad del sistema poniendo de relieve soluciones complementarias como la previsión social en las empresas.