Uno de los recursos capitales de toda organización es su conocimiento. ¿Quién mejor para transmitirlo que aquellos que lo generan? Por ello, cada vez es más habitual encontrarse con formadores internos en las propias compañías, en las que los profesionales experimentados comparten su conocimiento con otros miembros de la compañía. Sin embargo, una dilatada experiencia profesional no garantiza la calidad de un buen formador ni la efectiva transmisión del conocimiento. En muchos casos, el profesional que ha de ejercer como formador no cuenta con las habilidades y técnicas necesarias para generar una experiencia de aprendizaje enriquecedora. A través de innovadoras metodologías pedagógicas, en este programa se trabajarán tres dimensiones interrelacionadas: diseño, herramientas de facilitación y presentación.
– Diseñar de principio a fin (pre, durante y post) un programa de formación excelente.
– Exponer y transmitir los mensajes desde un estado de seguridad y confianza.
– Aprender a gestionar actitudes difíciles en la sala.
– Dotarse de herramientas de facilitación que permitan transferir de una manera mucho más efectiva el conocimiento que deben impartir a los participantes.
Directivos y profesionales que tienen que compartir su conocimiento, que imparten formación sin ser formadores expertos, que llevan a cabo presentaciones, etc. Para todos los que quieran mejorar el rendimiento del aprendizaje en sus sesiones, incrementar los niveles de participación, generar cambios y lograr el compromiso y la acción de los asistentes.