Uno de los recursos capitales de toda organización es su conocimiento. ¿Quién mejor para transmitirlo que aquellos que lo generan? Por ello, cada vez es más habitual encontrarse con formadores internos en las propias compañías, en las que los profesionales experimentados comparten su conocimiento con otros miembros de la compañía.
Sin embargo, una dilatada experiencia profesional no garantiza la calidad de un buen formador ni la efectiva transmisión del conocimiento. En muchos casos, el profesional que ha de ejercer como formador no cuenta con las habilidades y técnicas necesarias para generar una experiencia de aprendizaje enriquecedora.
A través de innovadoras metodologías pedagógicas, en este programa se trabajarán tres dimensiones interrelacionadas: diseño, herramientas de facilitación y presentación.