No transformar en rentabilidad la inversión realizada en formación, no es una opción. En alto rendimiento se sigue una máxima: Aquello que sabes pero no recuerdas, no existe
¿Cómo podemos hacer que se desarrollen hábitos de excelencia? ¿Cómo podemos hacer que la cognición sobre principios se transforme en hechos? ¿Cómo lograr que aspectos concretos conductuales de la asertividad en el liderazgo se reflejen en el día a día?
Es obvio que no existe un programa de entrenamiento infalible. No obstante, las empresas se esfuerzan con fichar el mejor talento disponible en el mercado para sus cargos estratégicos. Una de las características del talento es su capacidad para aprender rápido y distinguir lo importante e útil de un mensaje. Con esas premisas, el talento necesita una metodología intensa en pragmatismo. Una metodología donde el talento pueda organizar, clasificar y priorizar los conocimientos previamente adquiridos y transformarlos en hábitos. Procuraremos en la sesión, comentar la metodología que ha sido diseñada para atender ese espacio.