Carlos Lorenzo, Director General de EOS Spain, apuesta por las personas como motor de la transformación digital. Considera que hoy contamos con la mejor tecnología; sin embargo, está en manos de las organizaciones fusionar e integrar personas, tecnología y procesos para aprovechar al máximo todo el potencial que nos ofrecen. Para Carlos Lorenzo, tan solo aquellas organizaciones que sepan ver las oportunidades de esta crisis y entiendan que no se puede trabajar como antes, lograrán transformarse.
En los últimos años, he podido ver como distintas empresas y proveedores del sector, ofrecían servicios y procesos digitalizados, ágiles y adaptados a la actualidad, pero una de las cosas que esta situación sacó a la luz es que una cosa es lo que se quiere vender con la marca transformación digital y otra la realidad. Una transformación digital es mucho más que trabajar desde casa o automatizar un proceso, la transformación digital debe ir acompañada de una visión, integrada en la cultura y ser transmitida y compartida por la organización. También se ha utilizado el término transformación digital para definir una fuerte inversión en hardware y software pero sin embargo, muchas veces, nos olvidamos del verdadero motor de esa transformación: las personas.
En mi opinión, existen tres hitos claves en este proceso:
La situación actual provoca que las organizaciones y personas se replanteen la forma en la que desarrollan su trabajo. Vivimos en una paradoja: tenemos la tecnología con la que soñábamos hace años y, sin embargo, la forma en la que trabajamos y evaluamos los resultados no ha cambiado apenas. Aquellas organizaciones que salgan de esta crisis y crean que pueden volver a trabajar como antes, están muy equivocadas.
Sí, podría serlo. En los siguientes meses, la caída económica va a ser muy significativa a nivel mundial. Es el momento de dar el salto a una nueva forma de ver los procesos, la tecnología, los datos, de desarrollar las habilidades digitales, en definitiva, de transformar la organización. Aquellas empresas que logren hacerlo, serán los primeros en volver a crecer, los demás podrían enfrentarse a la extinción. En este sentido, recuerdo una frase de Jack Welch que decía: “Cuando el ritmo de cambio fuera de la empresa es superior al ritmo de cambio dentro de la empresa, el final esta cerca”.
Nada será lo mismo. Los cambios se visualizarán en diferentes grados en todas organizaciones. La pelota empezó a rodar y la transformación digital ya no es una opción sino un hecho. A partir de ahora, entran en juego muchos factores que debemos tener en cuenta: la importancia de la gestión del talento interno, el análisis de datos como elementos clave en la toma de decisiones, la agilidad en los procesos operativos… Como dice Jeff Bezos, “debemos seguir aprendiendo. Si no lo hacemos y nos conformamos con nuestro negocio principal, los cambios se producirían sin nosotros, nuestros conocimientos se quedarán atrasados deprisa y estaremos en peligro de extinción».
En mi opinión, en esta situación, los ejemplos debemos buscarlos en los empleados y no en los líderes. Son ellos el motor del cambio y los que verdaderamente están haciendo los esfuerzos para reinventarse y adaptarse a la situación actual. Nuestra misión como líderes es acompañarles y facilitarles este proceso.