En un entorno globalizado, contar con una estrategia sólida de idiomas en la empresa es clave para mantener la competitividad. Según el EF English Proficiency Index (2023), el dominio del inglés se ha convertido en requisito imprescindible en sectores como la tecnología, las finanzas y el comercio exterior. No hay dudas: idiomas en la empresa es un must.
Es más, según los expertos, las empresas que invierten no sólo en la excelencia en el dominio técnico de idiomas, sino en la creación de una cultura lingüística y de entendimiento, tienen una clara ventaja en el actual marco internacional, según el Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.
Según el Informe EF EPI, más del 50% de las grandes empresas en España destinan hasta un 10% de su presupuesto de formación anual a idiomas, mientras que las pymes invierten entre un 3% y un 5%. En estas dos décadas de siglo XXI ha subido la competencia de un B1 hasta alcanzar un B2 como nivel medio. Pero, ¿cuáles son realmente las ventajas competitivas de implementar idiomas en la empresa?
El área de Recursos Humanos es clave en la creación de una cultura corporativa y una mejora continua del talento. El objetivo final no es otro que impulsar la estrategia y el negocio de la compañía, al tiempo que se fomenta la felicidad y por tanto el compromiso de los empleados.
Desde el punto de vista del empleado, el acceso a la formación en idiomas refuerza la satisfacción laboral y el compromiso con la empresa. En el informe de Randstad Research (2023), el 62% de los empleados en empresas que ofrecen programas de idiomas afirman sentirse más valorados y motivados. Esta cifra es especialmente relevante en sectores como la banca y las finanzas, donde las competencias en idiomas se traducen en nuevas oportunidades profesionales y un mayor sentido de pertenencia al equipo global.