La sociedad es muy compleja, y cada vez más y más complicada. Y la capacidad colectiva de la gente para hacer frente a esta reciente complejidad no crece; hasta el punto de que puede llegar un momento en que nos supere completamente, y que las instituciones que tenemos no puedan afrontar los cambios con la velocidad y la capacidad necesarias.
Douglas Engelbart.
Hace 3 siglos las empresas comenzaron a tecnificarse gracias a la primera revolución industrial. Desde hace algo más de 40 años empezaron a “digitalizarse”, y hace algo más de 10 años se acuñó el termino transformación, ya que no solo hablábamos de máquinas, sino que debíamos incluir a las personas en la estrategia. Todos estos procesos han supuesto grandes inversiones en dinero, I+T, capacitación y transformación del recurso humano.
Hoy, en menos de 3 meses, el Covid 19 ha resultado ser el mayor acelerador de la transformación digital que jamás hubiéramos intuido. De manera inesperada, el invisible virus nos ha dejado muchas lecciones; algunas de las cuales son:
Entre las empresas que van a desaparecer (el 80% serán PYMES) y aquellas que van a reducir plantilla, se nos viene encima un problema dramático: el desempleo.
Espero equivocarme, pero muchas de las personas que no volverán a sus puestos de trabajo, son aquellas que, desde antes de esta situación, no supieron reaccionar ante la estrategia de transformación digital de las empresas. Por otro lado, los empleados que se queden estarán realizando sus labores y las de los colegas que se fueron, convirtiéndose a la fuerza en más eficientes (tendrán miedo de perder su empleo) y, por ello, muchos de sus compañeros tampoco regresarán a trabajar.
En menos de 3 meses, el Covid 19 ha resultado ser el mayor acelerador de la transformación digital que jamás hubiéramos intuido
Los directores de RRHH tienen hoy una labor crucial en la gestión de esta crisis, ya que de un lado deberán pensar de manera estratégica en las nuevas contrataciones y, del otro, replantear cuales de los puestos de trabajo que se fueron con la crisis desaparecerán del organigrama. En el caso de las nuevas contrataciones, tendrán que comenzar a apostar por personas con perfiles híbridos (habilidades blandas + digitales) que comprendan la digitalización de manera analítica y pragmática, y que sean capaces de resolver problemas complejos derivados de la tecnología y el futuro, para que, de esta manera, puedan aplicarlos a la transformación del negocio; además de ello, deberán tener plasticidad mental para trabajar en medio de la incertidumbre y lo desconocido, ya sea en una crisis o en cualquier situación que necesite una capacidad de transformación inmediata y efectiva en su trabajo. Las habilidades digitales ni las menciono, ya que, dentro de poco, se darán por hecho.
Las personas que lleguen al paro a causa del Coronavirus, y aquellas que ya lo estaban, tienen hoy un gran desafío que a la vez podría ser una gran oportunidad: desarrollar sus habilidades blandas, que les servirán no solo para conseguir trabajo sino para aplicarlas en su vida personal y, tal vez, para tomar conciencia de transformarnos en mejores “seres humanos”.
