Si estás familiarizado con las diferentes técnicas aplicadas para desarrollo (y supervivencia) empresarial, seguro que has escuchado hablar de esta técnica. Y es que el Business agility o agilidad empresarial se ha convertido desde hace tiempo en un must para asegurar la viabilidad de cualquier modelo de negocio.
¿Por qué? El Business agility es un auténtico imprescindible para identificar aquellos cambios que afectarán sí o sí una organización convirtiendo el reto en una verdadera oportunidad.
Hablamos pues de adaptabilidad a la incertidumbre, a la transformación de los sectores y mercados. Hablamos de un modelo de trabajo que impacta directamente sobre el tejido empresarial de dentro y fuera de nuestras fronteras. Pero, ¿cómo? ¿Llegas tarde? ¿Estás a tiempo? Salgamos de dudas.
¿Qué es el Business agility o la agilidad empresarial?
Se entiende por Business agility aquella estrategia empresarial que promueve la adaptabilidad de las organizaciones a los cambios. Una adaptabilidad que se traduce en que una empresa se caracterice por contar -o no- con una auténtica eficiencia en el contexto empresarial en el que opera y compite.
Según el informe The Business Agility Report, elaborado por el Business Agility Institute a partir de una encuesta entre 296 empresas, el 70% de las empresas de todo el mundo necesitarán comenzar a utilizar metodologías agile para poder mantener su competitividad en un futuro».
Reto complicado si tenemos en cuenta que apenas 3 de cada 10 empresas aprueban en términos de agilidad empresarial, según el mencionado informe.
¿Por qué? ¿Qué nos queda por hacer? ¿Qué máximas de la agilidad empresarial no terminamos de ser capaces de incorporar en nuestras estrategias empresariales?
Características de la metodología Business agility
Se trata de un modelo centrado en las necesidades del cliente que se posiciona como imprescindible para la toma de decisiones. Tanto es así que, por ejemplo, si no centramos nuestros evolutivos en la agilidad, sería imposible aprovecharnos de las oportunidades emergentes.
Los expertos advierten que aquellas organizaciones que sean capaces, ya no solo de amoldarse sino de detectar los cambios y necesidades del mercado, contarán con una clara ventaja competitiva.
Ventajas del Business agility (que no debes pasar por alto)
- Respuesta rápida a cambios del mercado: imprescindible para continuar siendo competitivos, es también fundamental contar con equipos de trabajo ágiles.
- Mejora en la satisfacción del cliente: ya que atendemos en primer lugar sus principales necesidades (presentes y futuras).
- Incremento en la eficiencia operativa de sistemas, operaciones y plantillas.
- Fomento de la innovación continua y una cultura empresarial que traslada la importancia de saber enfrentarse a los cambios.
- Mejor adaptación a las tendencias emergentes gracias a que nos ayuda a adelantarnos a los nuevos retos del mercado y amoldarnos a sus requerimientos.
- Aumento en la competitividad: somos más ágiles (y/o rápidos) que ellos.
- Optimización en la gestión de riesgos adelantándonos a aquellos retos que pueden desestabilizar nuestro modelo de negocio.
- Facilita la colaboración y comunicación interna.
- Refuerza la resiliencia organizacional: un modelo que se traduce en contar con la capacidad de adaptación ante cualquier impacto que pueda dañar tanto nuestros resultados, como a nuestros equipos o clientes.
- Permite una mejor toma de decisiones basada en datos actualizados.
Cómo implementar el Business agility en la empresa
El Business agility o agilidad empresarial) implica estructuras jerárquicas adaptativas, transformación del liderazgo, una nueva cultura empresarial… Cambios que a priori pueden dar cierto vértigo si no sabemos incorporarlos adecuadamente.
Pasos para convertirte en una organización Business agility
- Evaluación de la cultura y la disposición organizativa: para afrontar este reto es imprescindible contar con un equipo agile, por lo que debes empezar por revisar que tu talento interno está dispuesto a asumir y entender las virtudes de este cambio de mentalidad que afecta a la formad de entender y ejecutar los proyectos.
- Definición de la visión y estrategias ágiles: en ningún caso, este método se basa en «ser los más rápidos», sino en «ser los más ágiles». Lo ágil se puede medir y, por eso, puede pone foco en la productividad y supervivencia de un modelo de negocio.
- Formación y desarrollo de competencias: como anunciábamos, tu plantilla debe ser consciente del giro en la estrategia y, lamentablemente, la reticencia al cambio es mucho más común de lo que creemos (especialmente en las empresas de sectores más tradicionales…). Momento para apostar -o incorporar- por aquellos perfiles que te ayuden a contar con un equipo de alto rendimiento.
- Diseño y adaptación de procesos: las metodologías ágiles tienen sus orígenes en la industria del desarrollo de software, en la que el trabajo de los desarrolladores ocasionaba retrasos frecuentes en la entrega del producto terminado. Ante este escenario, Agile se posicionó como una forma de trabajo en la que todo está pensado para facilitar la ejecución de proyectos con mayor rapidez y flexibilidad.
- Implementación de prácticas ágiles: el objetivo de la metodología es desarrollar un producto o servicio de calidad cubriendo las necesidades de urgencia en la entrega para los clientes.
- Evaluación continua y ajustes: en este método de trabajo se parte de un objetivo accesible, se aportan ideas y se seleccionan las más adecuadas para testearlas con el público objetivo. En pocos días se logra medir la viabilidad de un proyecto ahorrando costes y tiempo.
Business agility, el imprescindible de tu organización
Ahora que conoces los beneficios y los pasos básicos para la implementación del Business agility en las empresas modernas, ¿lo convertirás en el hilo conductor de tu estrategia empresarial?
Lo que está claro es que, ante un entorno en constante cambio, aquellas organizaciones que no adopten una forma de trabajo ‘agility’, acabarán siendo devoradas por el fluctuante entorno empresarial.
Y no solo porque tendrán más problemas para adaptarse a los cambios del mercado que no han sido capaces de detectar, también porque sus clientes internos y externos encontrarán la oportunidad y la respuesta a sus necesidades en sus principales competidores.