En un interesante artículo para la Revista APD, el director del área de Technology Strategy & Architecture de Deloitte, Óscar Rozalén, asegura que el rol de la tecnología en las fusiones, adquisiones o segregaciones, la convierte en un elemento fundamental desde la fase de la venta o compra, hasta el “closing” o cierre definitivo de la integración.
“Según mi experiencia en los diferentes procesos que he participado, todas las situaciones sobre el modelo resultante han pasado por el modelo tecnológico y los esfuerzos de adecuación de la plataforma”. Así comienza el artículo publicado en el último número de la Revista APD de Óscar Rozalén, destacando además que “me he encontrado casos donde la estructura legal resultante se ha visto modificada por varios “constraints” tecnológicos y también donde los tiempos de las adecuaciones sobre la tecnología ponen en riesgo el valor de venta definitivo de la compañía”.
En opinión del director del área de Technology Strategy & Architecture de Deloitte, “un dato representativo es que el 50% del working capital de la operación es referente a tecnología por lo que, para su éxito es fundamental conseguir la promesa de las sinergias en la fase inicial”. En este sentido, según Rozalén, hay que tener en cuenta una serie de retos:
-Debido a los acuerdos firmados y a las fechas comprometidas entre el comprador y el vendedor, la fecha de entrega de las actividades a realizar en tecnología no pueden afectar a dicha fecha.
-Los departamentos de tecnología están acostumbrados a proveer de servicios internamente, pero en los TSAs firmados entre las partes que incluyen SLAs, cuyo incumplimiento puede tensionar fuertemente el proceso de integración o migración.
-Los contratos con proveedores de tecnología que tiene la compañía vendedora habitualmente tienen que ser cancelados.
–Temas relacionados con seguridad y compliance son temas que suelen crear desavenencias y tareas algo desalentadoras.
-Tanto los procesos de separación como los de integración pueden llevar asociados relevantes inversiones “upfront”.
-Los procesos M&A traen aparejados dos formas distintas de cultura IT y de manera de gobernarlos, y requieren de una aclimatación y ajuste que pueden afectar a las actividades del proceso de transición.
Por último, el experto de Deloitte concluye que “el rol de la tecnología es muy representativo en los procesos de fusiones, adquisiciones o segregaciones, y no siempre se tienen en cuenta algunos de estos aspectos tratados que elevan el riesgo de consecución de los objetivos. Por ello, es necesario un gobierno diferencial a los habituales en proyectos de tecnología que aplique las lecciones aprendidas y consiga el éxito para las compañías.