Sostenibilidad is the new usual
Constatando que “las empresas siguen avanzando en la integración de la sostenibilidad a pesar de las adversidades”, Cristina Sánchez, Directora Ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas España, apuesta por el liderazgo colectivo y las alianzas sectoriales en un momento en el que ya no hay excusas, y es que “los consumidores están reclamando una transformación sostenible de las empresas”.
A pesar de que la Agenda 2030 ha cobrado una especial relevancia a lo largo de estos cinco años en España, tanto a nivel nacional como global, aún estamos lejos de conseguir las metas marcadas en los 17 ODS. Y es que los efectos de la pandemia siguieron sintiéndose en 2021, ralentizando el ritmo de avance hacia el logro de los Objetivos. Aún así, nuestro país registra progresos en casi todos los Objetivos, pero en muchos casos se trata de un progreso inferior al de la media de la UE, como ocurre en los ODS 5, 8, 9, 10 y 16. Estos datos nos hacen dirigir la mirada hacia tres Objetivos, que son estratégicos a nivel país y también para las empresas: el 5 sobre igualdad de género, el 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico, y el 13, de acción climática.
En este sentido, podríamos decir que son campos en los que se auguran grandes avances dentro de las estrategias de sostenibilidad de las empresas. En gran medida, a causa de las nuevas normativas nacionales y europeas, y en parte por los retos que tenemos como país, los cuales quedan reseñados en la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. Por lo tanto, sí, las empresas siguen avanzando en la integración de la sostenibilidad a pesar de las adversidades, pues saben que esta es un seguro de resiliencia ante disrupciones futuras.
Desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas España creemos que una de las palancas para acelerar la acción en materia de desarrollo sostenible y lograr alcanzar los Objetivos a tiempo, son las alianzas sectoriales. ¿Por qué sectoriales? Porque creemos que desde un prisma sectorial se puede aprovechar mejor el poder multiplicador de las alianzas, por encima de los enfoques individuales; porque la Agenda 2030 recoge retos específicos para cada sector que se afrontarán mejor si estos caminan en la misma dirección; y porque existen en el desarrollo sostenible múltiples oportunidades que aprovechar a nivel sectorial, de modo que todas las empresas de un mismo sector puedan encontrar beneficios en el trabajo conjunto.
No diría que está fuera de las agendas; de hecho, puedo afirmar que cada vez más empresas están viendo las ventajas de la sostenibilidad e integrándola en sus estrategias. En concreto, según la consulta integral que realizamos en 2020, más de un 85% de las empresas españolas afirma estar trabajando en los ODS. Recientemente hemos lanzado otra consulta para tomar de nuevo la temperatura a las empresas sobre esta materia y en base a los resultados que publicaremos en junio sobre la misma, podremos determinar en qué punto se encuentran ahora mismo y si ha habido avances.
Mientras, si necesitamos un dato más reciente para apoyar la teoría de que la sostenibilidad está en auge, podemos extraerlo de nuestra publicación “Comunicando el Progreso 2021: el reporting empresarial como instrumento para una recuperación sostenible”. Según esta, el 91% de las empresas del IBEX 35 y el 82% de las entidades adheridas al Pacto Mundial en España están comprometidas con la Agenda 2030.
En general, creo que la crisis de la COVID-19 ha acelerado los movimientos ciudadanos a favor de la sostenibilidad que veníamos viendo desde la iniciativa Friday’s for Future. Y no solo en el aspecto medioambiental, también de forma muy acusada en el plano social. La población está exigiendo a las empresas que se impliquen con el desarrollo sostenible y que pongan el cuidado de las personas y el planeta en el centro. De hecho, según la encuesta ‘Have your say. Shape your future’ realizada por UN Global Compact con motivo del 75 aniversario de las Naciones Unidas, los españoles afirman que les gustaría que el mundo en 2045 “estuviera construido sobre sistemas de consumo y producción sostenibles y priorizase la protección de los ecosistemas y un mayor respeto por los derechos humanos.”
Y, según algunos análisis como el Estudio Global de Sostenibilidad 2021, 1 de cada 3 consumidores pagaría un 25% más de media por productos y servicios si son sostenibles. Este es el mensaje que debe calar en la alta dirección: los consumidores están reclamando una transformación sostenible de las empresas y aquellas que no respondan, se arriesgarán a perder su posición en el mercado. Por otro lado, si hablamos de tendencias en desarrollo sostenible, destacaría tres: el auge de las finanzas sostenibles, cada vez más los inversores apuestan por productos financieros, empresas y fondos con estos criterios; el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones de CO2 con base científica, imprescindible para impulsar la descarbonización de las empresas; y, por último, señalaría la gestión sostenible de la cadena de suministro.