SectorES en clave de FUTURO
Apostar por la sostenibilidad, la innovación y la digitalización, pero por encima de todo seguir manteniendo un servicio de excelencia para asegurar el abastecimiento de mercancías y la conectividad de las islas, es el objetivo primordial de la Autoridad Portuaria de Baleares.
Al fin y al cabo, tal y como destaca en la presente entrevista Francesc Antich Olvier, Presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, «los puertos somos un aliado fundamental en nuestros territorios».
Ya estamos modernizando el modelo. La digitalización de los servicios y la eliminación del papel ya están produciendo cambios importantes en el modelo organizativo y aún deben producirse más. Pero quedan asignaturas pendientes para que se pueda ganar en eficiencia y ello implica dotar de mayor autonomía y flexibilidad a las Autoridades Portuarias en la creación de sus equipos directivos y plantillas.
En una época en la que hay que afrontar grandes cambios, al igual que pasa en el resto de las actividades económicas, las Autoridades Portuarias deben afrontar un papel más activo, más protagonista e impulsor de los cambios y no de mera corrección de las deficiencias. En todo ello será muy importante la apuesta por la innovación y la cooperación con otras instituciones, con los operadores privados del puerto y de su entorno así como con otros puertos de interés general. La iniciativa Puertos 4.0 de Puertos del Estado va en este sentido. Se trata de buscar nuevas direcciones para la economía que impliquen sostenibilidad en sus tres facetas: medioambiental, social y económica, y para ello será imprescindible crear canales y ámbitos de colaboración.
Sin duda, era obligatorio. En cualquier organización es imprescindible adecuarse a los nuevos tiempos. Hay que caminar hacia puertos más verdes e inteligentes, apostando por la digitalización y la innovación. Hay que mejorar el funcionamiento económico de los puertos, su gestión del dominio público, el control y la seguridad. El nuevo marco pretende impulsar infraestructuras bien conectadas con el exterior y servicios eficientes y competitivos. Afrontar los problemas que tiene el sistema en cuanto a recursos humanos.
Hay que afrontar retos muy importantes como cumplir con los objetivos de lucha contra el cambio climático que marcan las normativas europeas, españolas y de las distintas comunidades autónomas. El objetivo es que la economía azul sea verdaderamente sostenible, reduciendo impactos de todas las actividades que la conforman. También es muy relevante aprovechar los nuevos corredores europeos así como estar muy vigilantes respecto a las oportunidades que se crean en cuanto a transporte en el Mediterráneo y entre Europa y África.
Hay que continuar adecuando la infraestructura a los tráficos marítimos con buenos accesos terrestres y marinos. Procurando equipamientos modernos, espacio para las operaciones, confiabilidad de la operativa, minimización de costes y ofertando calidad y eficiencia de los servicios portuarios y comerciales. Hay que contar con la digitalización e instrumentos necesarios para facilitar las relaciones y compartir información con operadores y usuarios.
En nuestro caso, atendiendo a nuestra característica de puertos insulares, las normativas deberán seguir evolucionando y teniendo en cuenta las especificidades y desventajas que ello conlleva, con el fin de asegurar el abastecimiento de mercancías y la conectividad a precios razonables para poder asegurar un equilibrio económico justo y adecuado con los territorios continentales. Al mismo tiempo que respetando, y en lo posible mejorando, el entorno natural y urbano de nuestros puertos, contribuyendo a la descarbonización progresiva de la cadena logística.
Según las previsiones de la Unión Europea el Corredor Mediterráneo, en general, implicará un aumento del tráfico de mercancías por ferrocarril. Se trata de mejorar la conexión de puertos y aeropuertos con la red ferroviaria. Facilita la exportación, el turismo y la reducción de emisiones al aumentar los viajes en tren. A nosotros en particular la unión al Corredor a través de los puertos de Barcelona y Valencia supone participar, desde nuestra especial situación, de todas estas ventajas, en definitiva estar mejor o más eficientemente conectados con Europa, además de poder beneficiarnos de inversiones para contar con las infraestructuras y servicios que faciliten que todas estas mejoras sean una realidad.
En Baleares estamos impulsando reformas en las infraestructuras de los puertos que hagan posible ofrecer excelencia en el servicio de transporte de personas. En Palma, una asistencia técnica ya está trabajando en los proyectos y evaluación ambiental de la reforma del dique del Oeste que supondrá nuevas estaciones marítimas, nuevas explanadas y muelles para poder acoger hasta ocho ferris al mismo tiempo. Una reforma que implicará también nuevos viales interiores y las mejoras de conexión con el exterior del puerto.
A todo ello hay que sumar mejoras en las estaciones marítimas, principalmente su adecuación a energías renovables. En Ibiza se está construyendo la estación marítima del Botafoc, equipada también con energías renovables y se está impulsando la planificación necesaria y los correspondientes proyectos para el traslado de la estación marítima de Formentera al muelle pesquero. En la Savina se ha realizado una remodelación muy importante del puerto mejorando zonas de aparcamiento que facilitan su operativa. Finalmente, en Mahón se acaba de terminar una reforma reforzamiento del muelle de pasajeros. La digitalización de los servicios que faciliten la información y utilización de los mismos, así como la confortabilidad de las infraestructuras serán también muy importantes.
La principal línea estratégica de nuestros puertos es la que los caracteriza como de interés general, es decir, mantener un servicio de excelencia para asegurar el abastecimiento de mercancías y la conectividad de nuestras islas. Pero también queremos que ello se haga con una integración de nuestros puertos en el territorio. Por ello son importantes dos líneas de actuación, también estratégicas: la que supone ser soporte de la mejor actividad económica de nuestras islas, lo que significa que nuestros puertos tengan una faceta muy turística y en la que juega un papel especial la industria náutica (marinas, deportiva, mantenimiento y reparación…) que implica una apuesta por la diversificación, la desestacionalización y el empleo de calidad.
Y, por otra parte, es también estratégica la interacción puerto ciudad, una apertura que hace ganar espacios a la ciudadanía y supone retornos importantes para el puerto. Una interacción acorde con unos puertos muy turísticos y que debe compatibilizarse con la seguridad de las instalaciones, embarcaciones y operativas. A estas tres líneas estratégicas se suman dos transversales, la apuesta por la sostenibilidad medioambiental y la apuesta por la innovación y la digitalización.
Este es el gran reto que tenemos en los próximos años. El principal problema que tiene la humanidad es hacer frente al cambio climático. Ello supone que nos lo planteemos como una misión, que no solo consiste en corregir, sino que implica tomar nuevas direcciones. Para ello confiamos en los efectos de la innovación, activando un ecosistema para ello en nuestros puertos y participando en iniciativas como el Distrito de Llevant de Innovación, con el Ayuntamiento de Palma, el Govern, el Consell, la Universidad y abierto a la iniciativa privada.
En este sentido, la investigación marina, la economía azul, la economía circular, la descarbonización del mar y las actuaciones de transición energética para cumplir los objetivos de neutralidad climática deben ser prioritarios, y por eso ya estamos actuando en proyectos para dotarnos de energías renovables (fotovoltaica, hidrógeno verde…) en nuestras estaciones marítimas y para surtir nuestras instalaciones, apostado por vehículos eléctricos, por la instalación de puntos de recarga, por proyectos de Cold Ironing que permitan que los ferris se conecten en media y baja tensión en los puertos, por una mayor eficiencia de los alumbrados públicos, etc. Son actuaciones que se compatibilizan con el estudio y propuesta de soluciones para los efectos del cambio climático, que en nuestros puertos hemos encargado a la Universidad Politécnica de Cataluña.
Estamos creando una oficina medioambiental que nos permita planificar actuaciones y trasladar nuestra estrategia medioambiental a los pliegos de contratación de obras y servicios y de nuevas concesiones. También se están suscribiendo convenios de buenas prácticas dirigidos a poner en marcha iniciativas medioambientales.
A todas estas iniciativas estamos sumando mejoras en la gestión de residuos impulsando proyectos circulares con nuestros concesionarios y sobre la eficiencia en la utilización de los recursos naturales, como es mejorar la gestión del suministro de agua con controles sobre consumos abusivos que permiten detectar fugas, evitar derroches y fomentar el ahorro, así como dar mayor eficiencia a las redes de riego o efectuar controles sobre la calidad del aire en todos los puertos, entre otros proyectos.
Seguimos trabajando en la implantación de la mejor administración electrónica y en convertir nuestros puertos en puertos inteligentes. También, como ya he manifestado creemos que la innovación es fundamental para que se puedan impulsar los cambios necesarios. Para ello, el ecosistema para la innovación creado en nuestros puertos debe ser fundamental así como nuestra participación en el Distrito de Llevant de Innovación que ya cuenta con iniciativas concretas como el impulso del Polo Marino que concentra en el puerto, de la mano del Govern, del CESIC y de la Autoridad Portuaria, la ubicación del Servicio de Observación de la Costa de les Illes Balears (SOCIB) y del Instituto Oceanográfico, lo que significa una gran apuesta por la investigación y observación marina, así como de una Oficina de Transferencia Tecnológica del Govern que aprovechando el trabajo de los otros dos pueda crear emprendimiento.
Otra iniciativa es la próxima creación del Cluster de transición ecológica con la participación de instituciones e iniciativa privada. Como es de suponer, estamos plenamente inmersos en la iniciativa 4.0 de Puertos del Estado, un buen camino para facilitar la innovación, en el marco de la cuarta revolución industrial y el desarrollo de nuevas ideas y proyectos que mejoren la logística del sistema portuario.
Sin duda se trata de un reto importante, y en especial en puertos como el nuestro donde ya de forma natural estamos muy a mano de los ciudadanos; y a nivel funcional, al ser puertos muy turísticos su mismo desarrollo lo exige, permitiendo ampliar el disfrute de la ciudadanía y la capacidad de negocio de los puertos, sin perjuicio de que todo ello deba hacerse compatible con la seguridad.
Los puertos somos un aliado fundamental en nuestros territorios, al ser centros de conectividad y extraordinariamente importantes para el abastecimiento de mercancías, siendo el lugar de entrada del 97% de las mismas. Ello cobra un valor especial cuando hablamos de islas y también al ser estas básicamente turísticas. Pero además el futuro demanda un esfuerzo especial en materia de economía azul, para la cual los puertos son centros muy importantes, y para la que es imprescindible mantener unos mares sanos y una biodiversidad en buen estado. A todo ello hay que sumar que nuestros puertos cobijan una actividad náutica diversificadora, desestacionalizadora y proveedora de empleos de calidad, y por tanto una apuesta de futuro.