Necesidad de un liderazgo fuerte
En tiempos de incertidumbre un fuerte liderazgo es especialmente necesario para la seguridad y la estabilidad. Muchas empresas no contaban con un plan real de crisis y contingencia, y surge la necesidad de formar un comité de crisis con miembros del equipo que van a tomar las decisiones críticas sobre el negocio y sobre las personas. Es crítico que el primer ejecutivo sea ejemplar, esté visible, se muestre cercano y esté accesible a todos los empleados. Una plantilla que esta trabajando en remoto y bajo la presión de una crisis sanitaria, debe sentir la cercanía del equipo ejecutivo.
Aprendizaje express en la utilización de herramientas colaborativas virtuales
Trabajar desde casa con un plazo indefinido plantea retos nuevos, desde la perspectiva de experiencia de empleado, como tecnológica y operativa. Hay que habilitar formaciones virtuales, guías de trabajo, etc., para que todos aprendamos a trabajar en un entorno virtual tanto con nuestros colegas como con nuestros clientes y de una manera efectiva.
Y estas herramientas cambiarán la forma de trabajar en el futuro de una forma radical. Muchos colegas están experimentando que se puede trabajar eficientemente desde lugares remotos y que seguramente no volverán a hacerlo de la misma forma presencial que antes.
Si no protegemos entre todos ese fino tejido empresarial, la creación de pequeñas empresas, puestos de trabajo y de riqueza, mal nos va a ir a todos como sociedad
Desde el punto de vista inmobiliario, el aumento de las horas de estancia en casa y el teletrabajo va a cambiar el paradigma de lo que se considera una vivienda: se buscarán hogares un poco más grandes, con espacios de trabajo (e incluso -esto se ha puesto de manifiesto últimamente- con algún rincón apropiado de fondo para las videoconferencias…) y prestaremos más atención a las comodidades y al diseño de espacios. No es descabellado pensar que en zonas comunes de las promociones de los edificios comenzarán a diseñarse espacios de coworking y zonas afines que faciliten las tareas de trabajo de los vecinos.
Momento ideal para practicar las nuevas formas de trabajo agile
El momento actual de confinamiento requiere la interacción entre los diferentes equipos de trabajo. Las metodologías ágiles con las que podemos realizar un seguimiento de las tareas, de su grado de avance y de las barreras, son una gran herramienta. Necesitamos tener un seguimiento certero de los avances de las tareas y orientarlo hacia la obtención de resultados, lo que nos permitirá atender con agilidad a las necesidades del negocio.
Equipos transversales y multifuncionales
El trabajar por silos ha sido una gran debilidad de muchos Comités de Dirección. Ahora podemos dotar de flexibilidad y agilidad a la organización para mantener la competitividad del negocio. Para ello, es necesario romper estos silos organizativos y crear equipos ágiles transversales que nos permitan plantear soluciones a problemas nuevos y complejos. Poner a trabajar juntos a los equipos y poner al cliente en el centro de nuestra estrategia ayudará a responder con mayor agilidad a las disrupciones del mercado.
España, first?
Deberíamos hacer un cambio respecto a la exportación e importación en general. Consumir y utilizar mas productos propios. Muchas cosas son mas baratas fuera. La mano de obra el producto…. Pero dejamos de dar muchos empleos aquí…
También en los restaurantes usando los productos de cercanía y no usar un aguacate de Ecuador antes que uno de Canarias, por ejemplo.
La importancia de las PYMES y los autónomos
Este tipo de crisis afectan aún más a autónomos y pequeños empresarios, que no tienen apenas protección en el diseño actual de la economía española. Creo que es un tema para estudiar y abordar a fondo, porque si no protegemos entre todos ese fino tejido empresarial, la creación de pequeñas empresas, puestos de trabajo y de riqueza, mal nos va a ir a todos como sociedad.
Solidaridad auténtica: Todos somos testigos a nuestro alrededor de buenos ejemplos de médicos, vecinos que se ayudan unos a otros, empresas que aportan.
Mayor cercanía: el obligado confinamiento nos permite disfrutar de más tiempo con nuestros seres cercanos: la familia, reconectar, aunque sea virtualmente con amigos, o de poder dedicar tiempo a hobbies (yo estoy haciendo un curso de fotografía para iPhone)
Reconocimiento social: en una época donde nos faltaban referentes ejemplares, se extiende una corriente de apoyo al ejemplar trabajo y compromiso de los profesionales sanitario y otros relacionados.
Valores como la valentía y el Coraje: de tantos profesionales y, en especial, de los sanitarios que se enfrentan a diario con este “enemigo” con entrega, valentía y generosidad (siendo auténticos héroes). Para todos son una lección de entrega y de tener un propósito que les guía por el bien común.
Humildad y reconocimiento de nuestra fragilidad. En un entorno donde prima la seguridad y tenemos seguros para casi toda la realidad nos enfrenta a la profundidad de nuestra fragilidad y sus consecuencias. Esto tiene muchas consecuencias como valorar lo verdaderamente importante, volver a lo básico…
El virus nos está dando una lección de humildad poniéndonos a todos al mismo nivel: no entiende de estratos sociales, profesiones, razas ni religión.
Una plantilla que esta trabajando en remoto y bajo la presión de una crisis sanitaria, debe sentir la cercanía del equipo ejecutivo
En un mundo que ya de por sí experimenta un cambio veloz, está pandemia nos va a recordar nuestros orígenes, y en cierto modo nos devolverá a las raíces. Ni somos inmortales ni somos imprescindibles. Esta bien recordar que somos todos iguales. Seamos creativos y busquemos la mejor adaptación posible.
Un tiempo para pensar: en una sociedad con un ritmo trepidante, con inflación de noticias, nos detenemos durante unas semanas, con un entorno incierto e inseguro, y nos permite meditar sobre nuestra vida, nuestros objetivos personales, profesionales, familiares o sociales.
Pienso que el ver la muerte tan cercana nos viene bien a todos, por qué estábamos perdiendo la perspectiva y creyéndonos inmortales. Tener claro que nos hemos de morir y que esto puede ser en cualquier momento, ayuda mucho psicológicamente una vez que se digiere.
Optimismo y resiliencia: a pesar del entorno y la incertidumbre, considero que estamos en un momento para ganar en resiliencia y valores, y poder ejercitar un optimismo basado en la segura oportunidad de reinvención que supone toda crisis.
Mejor informados: Otra cosa que estamos aprendiendo es a discriminar noticias falsas, informarnos a través de redes sociales e Internet, utilizar diferentes medios de comunicación para discriminar la verdad de la manipulación.
Innovación: se presentan meses muy difíciles para la mayoría de los negocios que requerirá una capacidad de creatividad e innovación.
Al finalizar el confinamiento podemos pensar en qué cambiar de nuestra vida, cuestiones de las que nos hemos dado cuenta estos días de convivencia, quizá una terapia de pareja para mejorar la relación, quizá dedicar más tiempo a los niños, quizá tener un coach personal para arreglar problemas personales o laborales. También, daremos más valor a las cosas pequeñas que teníamos y hemos perdido temporalmente, como pasear, movernos libremente, abrazar. Incluso apreciaremos más aquello que hemos aprendido a valorar en nuestro confinamiento: que tenemos una casa confortable y agradable, una ducha relajante, los detalles de convivencia con nuestra pareja e hijos, saborear la comida…
Como escribía recientemente Larry Fink, todopoderoso consejero delegado de BlackRock, cuando superemos este crítico periodo, el mundo será diferente. “La psicología de los inversores cambiará. Los negocios cambiarán. El consumo cambiará. Y confiaremos más profundamente en nuestras familias para mantenernos a salvo”.
Hermanos Núñez (en este artículo hemos participado Emilio, psicólogo y fundador de Conectia Psicología; Antonio, Senior Partner de Parangon Partners; Josemaría, empresario fundador de House Hunting; Rafael, médico, Jaime, chef e Inmaculada, experta en RRHH).
