En un esfuerzo por frenar la erosión de bases imponibles y la competencia fiscal desleal entre países y regiones, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha impulsado el Impuesto Mínimo Global (IC). Esta medida fue acordada en 2021 por los países firmantes del llamado Marco Inclusivo. Tiene como objetivo garantizar que las grandes entidades constitutivas de los grupos multinacionales tributen un tipo mínimo del 15% en todos los países en los que operan. Al aplicar este sistema, se busca que las multinacionales paguen impuestos justos, independientemente de las reglas fiscales de cada jurisdicción, eliminando prácticas de optimización fiscal agresiva. En este artículo, exploraremos qué es el Impuesto Mínimo Global y cómo afecta a las multinacionales con ingresos superiores a los 750 millones de euros.
El impuesto mínimo global establece un nivel mínimo de tributación para evitar el traslado de beneficios a jurisdicciones de baja fiscalidad.
El Impuesto Mínimo Global es una medida internacional propuesta por la OCDE que busca asegurar que las grandes empresas no eviten el pago de impuestos en ciertos países a través de prácticas de planificación fiscal que les permitan tributar a un tipo muy bajo o incluso cero. Este impuesto busca implementar una tributación mínima del 15% en todas las jurisdicciones donde las entidades constitutivas de un grupo multinacional se sitúen.
El impuesto mínimo afecta principalmente a las empresas multinacionales con ingresos consolidados superiores a los 750 millones de euros, un umbral que permite que las grandes corporaciones se sometan a una normativa fiscal más estricta. La directiva europea que regula este impuesto establece que, si el tipo efectivo de gravamen (TEG) de una multinacional en un país es inferior al 15%, deberá pagar el impuesto complementario primario en la jurisdicción donde tenga su sede central, para completar la diferencia hasta el mínimo global del 15.
Este tipo de medidas impactará principalmente a las entidades matrices de grupos multinacionales y nacionales de gran magnitud.
Además, en los casos en los que las multinacionales operen en países con impuestos muy bajos, se activa el impuesto complementario secundario. Este impuesto asegura que la tributación mínima del 15% se logre, independientemente de las políticas fiscales locales. La normativa estará vigente desde los ejercicios 2024, afectando tanto a multinacionales como a empresas nacionales de gran magnitud.
El Impuesto Mínimo Global trae consigo varios desafíos y oportunidades para las multinacionales. A continuación, desglosamos los aspectos clave de su impacto:
Con un tipo impositivo efectivo fijado, se busca armonizar las políticas fiscales y garantizar un reparto más justo de los ingresos.
El Impuesto Mínimo Global representa un cambio significativo en el panorama fiscal global, especialmente para las grandes empresas multinacionales con dichos ingresos superiores a los 750 millones de euros. Aunque la medida tiene como objetivo evitar la competencia fiscal desleal y la erosión de bases imponibles, también presenta un reto considerable para las multinacionales en términos de cumplimiento y planificación fiscal. Las empresas que tributan en España deberán adaptar sus estructuras fiscales y asegurarse de que cumplen con el tipo mínimo del 15% en todas las jurisdicciones donde operan. Con un período de transición y ajustes en las deducciones fiscales, las multinacionales tendrán la oportunidad de adaptarse gradualmente, pero deberán hacerlo con una planificación adecuada para evitar multas y sanciones.
Los cambios previstos para junio de 2024 buscan crear un equilibrio entre los grupos nacionales y las multinacionales en el ámbito fiscal. El impuesto mínimo es una medida necesaria para fomentar una tributación más justa y equilibrada a nivel global, pero las empresas deben estar preparadas para afrontar los retos que conlleva esta nueva normativa. La correcta implementación de estas reformas será clave para asegurar que las multinacionales sigan operando con éxito dentro del marco fiscal global.