APD A MENOS DE UN METRO DE TI
Lo importante, el verdadero legado, es la experiencia. Es lo que trataba de transmitir en mi último libro Pasión por la Tierra, Pasión por la empresa. Esta experiencia nos marcará y la toma de decisiones durante este periodo definirá nuestra hoja de ruta del futuro.
Cuando esto pase, que pasará, nuestras empresas no serán las mismas. Pero nosotros tampoco. Como indicaba el otro día en otra entrevista, en la situación actual nadie saldrá reforzado, pero sí podemos superar el efecto adverso si nos organizamos mejor.
Desde hace muchos años, los cambios no son lentos y progresivos, sino acelerados, hasta el punto de poner en riesgo la estabilidad de muchas empresas y de los puestos de trabajo.
Entonces, la única fuerza somos las personas. Aquí es donde recae el desafío del buen trabajo
La situación actual agudiza este hecho puesto que ha llegado de forma drástica.
En este sentido, las capacidades que permiten adaptarse, aprender con rapidez, estar constantemente informado e interpretar los cambios se han vuelto indispensables. Estas son las capacidades que debería tener el ser humano para enfrentar el siglo XXI y de las que habla hace años el neurocientífico Howard Gardner sin atisbar la que se nos venía encima.
Pues bien, urge contar con ellas ya en nuestras empresas:
Ahora el desafío radica en unir todas estas mentalidades, sobre todo, cuando nuestro sentido del tiempo y del espacio se ha visto tan alterados, cuando los mercados están como están y la tecnología y material son bienes limitados.
Entonces, la única fuerza somos las personas. Aquí es donde recae el desafío del buen trabajo.