Nos movemos en esta megacrisis actual entre los que creen que esto es un paréntesis y los que creen que es un serio aviso, o sea los que opinan que cuando se abra la actividad económica todo volverá a ser igual y los que creen que nada será igual, quizás como en muchos casos estemos un tiempo en un punto medio y luego acabemos en que casi nada será igual.
Quizás nos tengamos que hacer algunas preguntas, como por ejemplo:
Hay una frase que siempre me impactó en lo referente a valorar que decía: Me quejaba de mis zapatos hasta que vi un hombre sin pies.
Quizás no tenga sentido quejarnos tanto y vaya siendo hora de ver el trabajo con otros ojos.
Quizás este nuevo escenario nos ponga a prueba y nos demos cuenta que nuestra auténtica potencialidad era mayor de lo que dábamos y que podemos ir más allá de donde estábamos.
Ahora se verá muy claro quién tenía un modelo de negocio con estrategia clara adecuada y quién tenía un equipo con talento
Quizás sea una cura de humildad que nos una más y seamos de verdad un equipo.
Quizás los valores ahora adquieran su verdadera dimensión e importancia, la que siempre tuvieron pero nunca practicamos al 100%.
Muchas son las incógnitas para las empresas y más vale que a la vuelta a la actividad nos pille muy bien enchufados porque no habrá tiempo para realizar un arranque suave y lento.
Es obvio que habrá de nuevo una evolución positiva del consumo y por lo tanto de las ventas en un horizonte de tiempo, pero el problema es que no será igual que sean 6 meses a que sean 12, y en esa diferencia estará que aguanten más pymes o que cierren.
Ahora se verá muy claro quién tenía un modelo de negocio con estrategia clara adecuada y quién tenía un equipo con talento para adaptar todo eso a la nueva coyuntura.
Oportunidades siempre habrá, la cuestión es, ¿quién está preparado?
