APD A MENOS DE UN METRO DE TI
El COVID-19 está convirtiéndose una de las mayores crisis a nivel global, y seguro que nos hará reflexionar mucho sobre cómo hemos sustentado nuestros negocios hasta ahora.
Esta reflexión a largo plazo se apoyará en cómo salgamos de esta crisis, y para ello debemos asegurar nuestros activos, y garantizar en la medida de los posible que estén operativos lo antes posible para poder reanudar la actividad.
Y, en este sentido, aunque es verdad que nos hemos vuelto más digitales de manera forzosa, aprendiendo habilidades que antes las teníamos de forma más o menos latentes en los negocios, existe una parte muy importante de nuestra cadena de valor que está soportada en el mundo físico. Y aquí debemos dedicar una parte de nuestros esfuerzos a corto plazo en la recuperación.
Estamos viviendo situaciones de personas que se están exponiendo al virus para garantizar la producción y tenemos la obligación de garantizarles una mejor seguridad física
Se ha demostrado que depender de China puede ser un problema, cuando ya se ha convertido en el único proveedor. Aunque sea menos eficiente debemos garantizar otros proveedores más cercanos, o al menos que nos permitan diversificar el riesgo en nuestra cadena de suministro.
Por ello, potenciar los sistemas que nos permitan un modelo de procurement más diversificado será un valor para garantizar la sostenibilidad. Los sistemas de inteligencia de negocio (BI) orientados a ello, con un mejor conocimiento de la demanda, serán necesarios para poder gestionar y gobernar estos modelos,
Otro elemento fundamental es el capital humano de las empresas y cómo podemos garantizar su continuidad en la producción. Estamos viviendo situaciones dramáticas de personas que se están exponiendo al virus para poder garantizar la producción y, por ello, tenemos la obligación de garantizarles una mejor seguridad física. La tecnología, que nos permite detectar de forma inmediata situaciones anómalas o personas que no están en condición para su trabajo, es necesaria para garantizar el entorno de trabajo y, en definitiva, la continuidad del negocio.
Pero también debemos planificar nuestra capacidad de mano de obra, de tal modo que podamos ser eficientes a la hora de definir nuestras necesidades productivas. El definir los turnos y poder disponer de sistemas que nos optimicen nuestras cargas de trabajo acorde a las necesidades del negocio, puede ser un elemento estratégico en momentos de crisis.
¿De qué sirve incrementar esa demanda, si nuestra logística no está acondicionada para ello como se ha visto en esta crisis?
Y, por último, debemos potenciar el canal online, que sí o sí, después de esta crisis, ha demostrado que está aquí para formar parte de nuestras vidas. Pero, ¿de qué sirve incrementar esa demanda, si nuestra logística no está acondicionada para ello como se ha visto en esta crisis? No podemos gestionar el canal online como una tienda más de nuestra red de ventas. Requiere de un modelo logístico preparado y adaptado a este canal. Por ello, otra vez, la componente física del negocio vuelve a ser clave para la garantía del mismo.
En definitiva, como salida de la crisis, lo primero es garantizar nuestros activos físicos que nos permitan reactivar nuestra capacidad productiva y, por ello, debemos adecuar de forma urgente la seguridad física de los mismos.