Una de las batallas del siglo XXI es la protagonizada por Shopify vs Amazon. Shopify es la prueba de que competir con Amazon no solo no es imposible, sino que es una realidad. A diferencia de Wallmart, Shopify no entró a competir de frente. No entró en una guerra de centros de distribución, pues no tenía el conocimiento aplicado a la logística.
A primera vista, Shopify no es un competidor de Amazon: al fin y al cabo, no hay nada que comprar en Shopify. Y, sin embargo, había 218 millones de personas que compraron productos de Shopify sin siquiera saber que la compañía existía.
La diferencia es que Shopify es una plataforma: en lugar de interactuar directamente con los clientes, 820.000 comerciantes externos se sientan encima de Shopify y son responsables de adquirir todos esos clientes por su cuenta.
A diferencia de Walmart, que actualmente sopesa gastar miles de millones adicionales después de los miles de millones que ya ha gastado tratando de atacar a Amazon de frente, con un resultado binario de éxito o fracaso, Shopify encontró el fallo…
