Llevamos ya unos días trabajando desde casa, en remoto, confinados en improvisadas oficinas domesticas donde hay que compaginar, en muchas ocasiones, el teletrabajo con el cuidado de los niños, las tareas domésticas con las reuniones virtuales con amigos y familiares, peleando con el ancho de banda insuficiente, y los rincones de la casa donde no llega la wifi.
Por si no fueran suficientes las dificultades de esta modalidad de comunicación y trabajo, los cibercriminales no han esperado mucho para aprovechar las circunstancias de precariedad de muchas empresas y trabajadores para elaborar nuevos vectores de ataque. Si algo de positivo si puede extraer de la crisis planetaria que estamos viviendo, es la digitalización forzada que como sociedad hemos tenido que implementar en muchos casos desde cero. La tecnología es un elemento habilitador, neutral por su naturaleza, que nos ha permitido evitar una disrupción en nuestras actividades cotidianas aún mayor de la que estamos viviendo.
Quizá esta pandemia nos haga reflexionar sobre nuestras debilidades como seres humanos y nos permita aprender de los errores para mejorar
Si nos paramos a pensar, solo por un momento, en las consecuencias que un confinamiento obligatorio hubiera supuesto, sin las capacidades de operación y comunicación que las nuevas tecnologías de la información nos brindan, nos podemos hacer una idea de la relevancia que adquiere la Transformación Digital.
A lo largo de la historia humana ha habido más pandemias, pero esta es la primera vez que nos enfrentamos a una crisis planetaria disponiendo de tanta información y en tiempo real. Transcurrimos el día conectados a las redes sociales y a los medios de información. Recibimos y reenviamos gigas de datos. Trabajamos, jugamos y entrenamos on-line. Compramos, alquilamos y vendemos sin movernos de nuestra casa.
La Transformación Digital, debidamente regulada, conscientemente asumida y orquestada de forma resiliente, representa una oportunidad única para aumentar nuestra capacidad de respuesta frente a desafíos globales como el que estamos viviendo.
Está en nuestras manos hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías. La capacitación en el uso de estos medios, unidamente a la concienciación sobre los riesgos correspondientes, son palancas fundamentales para una transición exitosa hacia una Sociedad Digital sostenible.
Son muchos los expertos que afirman que nada será como antes, que de esta crisis saldremos con una nueva consciencia colectiva. Quizá tengan razón, quizá esta pandemia nos haga reflexionar sobre nuestras debilidades como seres humanos y nos permita aprender de los errores para mejorar.
