Pese al entorno tan tecnológico que nos rodea, hay consenso en que el talento y el factor humano siguen siendo determinantes para el éxito de cualquier proyecto empresarial y para destacar sobre una competencia que muchas veces dispone de idéntica o muy similar tecnología.
Es aquí donde la transmisión de conocimiento, inspiración y vivencias cobran importancia. Es aquí cuando toca preguntarnos… ¿Mentoring: qué es y ventajas de utilizarlo en tu empresa?
Analizamos en qué consiste esta práctica, los beneficios del mentoring, los distintos tipos de mentoring y la diferenciación entre mentoring y coaching son algunos de los objetivos de este artículo.
El mentoring es una práctica en la que un mentor, generalmente una persona con amplia experiencia, asiste, orienta e inspira a otra persona (el mentorizado o mentee) para potenciar tanto su visión como habilidades y conocimientos específicos que mejorarán su desarrollo profesional.
Esta ayuda de un mentor sirve al mentorizado para dar un salto humano y profesional que sería más complicado de alcanzar por sí mismo. Debe marcar una diferencia.
Importante también en este punto marcar la diferencia entre coaching y mentoring. El primero consiste en una metodología que se centra en acompañar a una persona durante su camino hasta llegar a un objetivo específico. El propósito del mentoring no es alcanzar una meta determinada, sino ayudar al desarrollo profesional general para afrontar el futuro.
La importancia del mentoring y su integración como acompañamiento de nuevos planes estratégicos de las mejores compañías invita a considerar su implementación si queremos dar un nuevo paso hacia la excelencia
Es el modelo más habitual de mentoría. Consiste en una relación de uno a uno en el que un aprendiz recibe la ayuda de un mentor. El mentor comparte su experiencia vital y sus casos de éxito. Es una relación no planificada y sin objetivos cerrados.
Cada vez más en boga. En este caso, una persona más joven (generalmente Millenial) y en una posición organizativa más básica, proporciona conocimientos y su visión novedosa a otra persona de mayor edad y rango superior en la compañía.
Alterna la orientación experta de una persona mentora altamente cualificada con la dinámica de un grupo de otras personas, los mentorizados, que conversan y aportan también sus experiencias, metas y retos tanto en sus carreras como en sus vidas.
Es un proceso en el cual profesionales activos con desarrollo profesional similar y niveles de conocimiento parejos se reúnen para compartir sus experiencias y perspectivas, aportándose mutuamente con ese intercambio de visiones y vivencias.
Su crecimiento fue exponencial en la pandemia y se ha mantenido como una opción práctica, ágil e interesante. Requiere dotarse de las herramientas tecnológicas adecuadas y suficientes como de un programa y formato dinámico, flexible y adaptado para impartirse a distancia.
Cuando un hecho o situación específica conduce a que se designe a un mentor para transmitir sus conocimientos a una persona o equipo. Se suele acompañar de un plan de acción y se centra en un objetivo específico y concreto.
El que se desarrolla a través de una única reunión. Su fin es alcanzar objetivos a corto plazo y se enfoca principalmente en el desarrollo de habilidades técnicas o buenas prácticas tanto dentro de un proceso o puesto específico como en la organización.
Aunque las mentorías buscan un crecimiento global de la persona, esto debe de cristalizar en nuevos desempeños y dotes personales que impulsen el desempeño de ese profesional tanto en su labor individual como trabajando en su equipo y con otros equipos.
Pilar central del mentoring es que esos grandes profesionales con amplia trayectoria y éxitos puedan dejar ese legado en nuevas manos que se inspiren y lo hagan crecer.
Al recibir una mentoría, la persona crece y mejora tanto como profesional como en el plano personal. Esto representa un impulso a su futuro.
Si perciben que la compañía apuesta por dar un salto de calidad en su carrera y cualidades, los profesionales incrementan sus lazos con la empresa y su orgullo de pertenencia.
Como es lógico, las mentorías propuestas por una empresa están alineadas con su propósito. Los empleados que pasan por una de ellas y la consideran fructífera tienen más posibilidades de alinearse con esa dirección y organización corporativa.
Con empleados motivados, comprometidos e inspirados, ganamos poderosos nuevos embajadores en la plantilla para fomentar nuestra cultura y creer en nuestra forma de ser y valores como empresa.
Con cada vez más sectores tensionados y preocupados por la falta de talento, fidelizarlo es vital para el éxito de la empresa. El mentoring contribuye a este objetivo.
Un profesional que participa de una mentoría incrementa su inspiración y por tanto sus posibilidades de tener una actitud creativa y proactiva en la empresa, con aportación de nuevas ideas y soluciones.
La apuesta por el talento interno dotándole de mentorías también nos permite ir observando la respuesta e implicación de nuestros directivos, así como el crecimiento de cada uno de cara a futuros nombramientos.
Tanto si son mentorías individuales como si realizamos un trabajo grupal, que nuestros profesionales ganen seguridad, nuevas habilidades y crezcan como personas siempre va a redundar en un mejor ambiente y fluidez en las conversaciones internas.
Con capacidad para ser aplicado desde una perspectiva más clásica o en nuevas formas como el formato inverso, grupal o virtual, el mentoring eleva nuestra compañía hacia un nuevo nivel de visión y de fomento del talento interno.
Desde la óptica más utilitarista del rendimiento o desde la visión de hacer crecer personal y profesionalmente a nuestros empleados, la importancia del mentoring y su integración como acompañamiento de nuevos planes estratégicos de las mejores compañías invita a considerar su implementación si queremos dar un nuevo paso hacia la excelencia.